Claudia no había cogido nunca una mariquita, siempre le habían dado miedo todos los bichos, buenos y le siguen dado miedo…pero esta vez le hizo gracia y le gusto tanto que se le posase y anduviera por su mano que quería que nos la lleváramos a casa, pero la tuve hacer entender que la mariquita tenia que ser libre porque al si no se pondría triste…
Y ella aunque la idea no la gusto ni lo mas mínimo acepto sin rechistar… La dejamos al sol y nos despedimos #claudia fue preguntándome todo el rato que si no le pasaría nada malo y yo evidentemente la tuve que decir que estaría bien…
Esta en un momento que todo le pregunta, y además tiene los sentimientos a flor de piel…
Es muy graciosa, pero claro esta hay que enseñarla poco a poco que sentir no es malo.
Aquí OS dejo un pedacito de nuestra experiencia con la #mariquita.
Gracias por seguirnos y leernos.
Mami me hago mayor 😉